¿Cuáles son los aportes del Post-modernismo a la Comunicación?

Los aportes de la filosofía posmoderna a la comunicación son amplios y muy diversos. Sin embargo, existen X puntos principales a destacar:

Sentido Crítico

El posmodernismo es crítico en extremo, aspecto que se ha visto expresado de gran forma en la comunicación en general y en la comunicación social, así como en los receptores de los medios. Puede verse, por ejemplo, que los medios audiovisuales presentan varias versiones de una misma noticia, a su vez, los medios impresos permiten a varios redactores de diferentes ideologías presentar sus perspectivas de un mismo hecho. Esto es un profundo sentido de la crítica de la realidad.

Además, los espectadores son muestra de cuan arraigado está la posmodernidad en la sociedad: el público suele ver diferentes versiones de la misma cuestión y no suele aceptar ninguna fácilmente.

Individualismo

Si bien el hombre posmoderno es sumamente crítico, es a la vez, en extremo individualista. Por ello, no toma ninguna posición ajena como adecuada y correcta, excepto la suya propia (la cual, paradójicamente, le cuesta criticar). Lo anterior trae como consecuencia que en la comunicación sea en extremo difícil ser tomado en cuenta por el otro, o que en realidad considere otra perspectiva que no sea la propia, pues el criticismo excesivo y el individualismo desmedido lo impide. Así, cada persona tiene su propia opinión que considera como «la adecuada» independientemente de si respeta (o no) la de los demás.

Desencanto

Dado que la época posmoderna es el contrario de su antecesor el Modernismo, esta filosofía se caracteriza por su desencanto. A nivel comunicacional ha traído como consecuencias que el foco de los medios sean los aspectos negativos, amarillistas, pesimistas o incluso deprimentes de la sociedad, mientras que aquellos que son positivos suelen pasar desapercibidos.

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Prevalencia de líderes superfluos

Desaparecen las grandes figuras carismáticas y surgen infinidad de pequeños ídolos que duran hasta que surge algo más novedoso y atractivo.

A nivel de líderes locales, regionales y mundiales, el mundo ha superado aquellos que luchan por ideales, valores o utopías, como los conocidos del renacimiento y de la Revolución Francesa y aquellos que hicieron posible gran parte de los logros sociales a nivel mundial. Por ello, actualmente prevalecen aquellos líderes de tipo superfluo y temporal, cosa que es posible vislumbrar de forma constante en los medios, y por lo tanto, en la comunicación en general. Mientras más carismático, mejor.

Forma sobre fondo

Lo importante en este movimiento no es lo que se dice, sino cómo se dice, la manera en que se comunica. Así, la forma prevalece sobre el fondo, o contenido. Lo importante realmente, es la convicción de lo que se dice logre convencer, sin importar qué sea lo que se diga. El mejor ejemplo de lo anterior: el discurso nazista que mantuvo Hitler durante todo su período pre-gobierno y durante su gobierno.

Medios masivos

Para la Comunicación Social esta ha sido la época dorada, pues los medios masivos no son sólo complemento de la sociedad, ni una añadidura del mundo civilizado, son ahora una parte fundamental e indivisible de dicha sociedad, al punto de ser llamada La Sociedad de la Información, lo cual convierte a los medios en centros de poder, al grado que determinan las consecuencias que cualquier hecho o acción trae al mundo globalizado según la forma en que éstos transmitan la información.

Los medios masivos se convierten en transmisores de la verdad, lo que se expresa en el hecho de que lo que no aparece por un medio de comunicación masiva simplemente no existe para la sociedad.

Exceso de información

Lo anterior trae además consecuencias negativas: hay una excesiva emisión de información (frecuentemente contradictoria), a través de todos los medios de comunicación.

Superficialidad

Gran parte de la comunicación inter-humana es superflua y carece de sustento o contenido, lo que ha traído consecuencias a las relaciones interpersonales entre las personas. Muchas veces, ni siquiera existe comunicación en lo absoluto: el mundo se absorbe en su propia tecnología.

Inmediatez y brevedad

Los individuos solo quieren vivir el presente; el futuro y el pasado pierden importancia.

La gente quiere el ahora. El ya. Porque sí. Y lo quieren ahora. En la sociedad de la información la comunicación debe ser breve, pues el tiempo parece estar limitado. Los programas de televisión no superan los 25 minutos, los tuits son de 140 caracteres, los vídeos no deben pasar de los 3 minutos. Y además de lo anterior, debe ser inmediata, no se está acostumbrado (ni se quiere) esperar. Así es nuestra comunicación interpersonal como seres humanos: breve y fugaz y así se expresa en los medios y en la sociedad.

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